Colorida, artesanal y acogedora, la ciudad de Lincoln se alza en el noroeste dela provincia de Buenos Aires atrapando con su programa multifacético a una cada vez mayor afluencia turística.
Alternativas rurales, deportivas y culturales, cada rincón sorprende con su atractivo.
Eje del Partido de Lincon, la localidad homónima ostenta un aspecto edilicio sobrio y ordenado, capaz de conjugar en su interior construcciones de principio de siglo y modernas edificaciones destinadas al turismo -actividad que ha crecido en los últimos años en base a espacios altamente cautivantes, de los cuales es clara muestra el Parque Municipal General San Martín, cuyo entorno natural se ha transformado en un impresionantes complejo recreativo.
Lincoln es una ciudad con características similares a cualquiera del interior bonaerense. No obstante, tiene un atractivo considerado único en su tipo en todo el país: los carnavales. Mágicos desde la década del ’20, los corsos linqueños seducen cada año con sus deslumbrantes carrozas, los famosos “cabezudos”, las máscaras, bailes y alegría, mereciéndole al lugar la categorización de Capital Nacional del Carnaval Artesanal.
Con la tranquilidad propia de la vida de un pueblo, en esta ciudad o en sus alrededores, cada preferencia encuentra su satisfacción.
El Museo Histórico, el Museo Urcola, el Centro de Oficios Artesanales, la Feria Nacional de Artesanías y los festivales folklóricos de Roberts y Pasteur, dos localidades del distrito-, constituyen algunas de las propuestas turísticas existentes, a las que se han sumado en el último tiempo lagunas propicias para la pesca de pejerreyes, la cacería de patos y la práctica de disciplinas acuáticas.