Estas dunas se encuentran en la provincia de Mendoza, al sur de esta provincia, en la parte más elevada del macizo de San Rafael.
En un desierto de arena de 40×20 kilómetros al que sólo se accede en 4×4 pero que vale la pena conocer. El majestuoso paisaje que simula ser un minidesierto de Sahara (en África) está ubicado a unos 75 kilómetros de la ciudad, en el distrito El Nihuil.
Estas dunas son un curioso fenómeno natural ubicado en la parte superior del macizo de San Rafael. Grandes toneladas de arena volcánica se han acumulado formando montículos que solo pueden desafiarse con vehículos especiales. Un paisaje que no tiene que ver en absoluto con los alrededores del lugar, como si hubiese sido colocado allí por error o casualidad. Es por eso que impacta más aún.
En las inmediaciones se encuentra el Puesto Aisol y numerosas vertientes que rompen con el carácter árido del lugar.Hace pocos años se descubrió el uso recreativo del lugar, sin embargo, se recomienda circular por la zona con expertos por dos motivos. Uno de ellos es evitar sitios peligrosos al circular, buscando los sitios altos sin caer en pozos o zonas demasiado blandas. El otro motivo es impedir daños ambientales irreparables en el ecosistema local tales como taponamiento de vertientes. Hay empresas de turismo que realizan la excursión desde San Rafael.
Más allá de que el solo andar de las camionetas por las dunas (los saltos son casi continuos) produce la adrenalina suficiente para las buenas emociones, entre las actividades que se realizan una vez en el lugar también se encuentran el trekking, el sandboard y, por supuesto, el safari fotográfico.